INOLVIDABLE VISITA A JAPÓN

En alguno de nuestros acostumbrados recorridos de los Lunes a Shushinkai comentábamos con Kudo sensei lo bonito que sería que algún día pudiesen reunirse bajo el mismo techo todos los kenshis japoneses que habían pisado suelo ecuatoriano.

Esto que parecía tan lejano finalmente sucedió el Sábado 15 de Octubre en el Sei Ai Dojo en Yokohama, cuando Kosakai Sensei, el maestro fundador del Kendo Ecuatoriano, junto con Kikutsugi Sensei y una gran parte de los senseis de JICA amigos de nuestro kendo compartieron y disfrutaron haciendo Keiko. Ahí estuvieron –entre otros- los senseis Ise, Kubota, Takahashi, Ichiyanagi, Soga, Sakagami, Yamanuchi, Sugai, Nohara y nuestra recordada Ayako con su esposo Hirohito. 

Pero empecemos por el principio.

Poco después del campeonato CLAK en Quito en Octubre 2010, Kiku sensei anunció su futuro matrimonio en Japón; me dijo “venga a acompañarnos” y desde entonces empecé a alimentar la idea de este viaje especial.

De la idea pasamos a la acción, y un buen día ahí estábamos, mi esposa Carmen y este servidor, aterrizando en el aeropuerto de Narita el 7 de Octubre 2011 a las 4 pm. Una agenda cuidadosamente preparada con Kiku sensei desde varios meses antes nos esperaba, pero aún así no podíamos imaginar lo maravillosas que serían las experiencias.

Tan pronto salimos de Migración vimos a la querida figura de Kosakai sensei –a quien dí un largo, entrañable abrazo- junto con Kiku sensei y su esposa Yayoi san, a quien cariñosamente decidí llamar Yayita.

 Kosakai sensei nos llevó a su casa en Hidaka, Saitama. Fue emocionante encontrar a su amable esposa la Sra. Keiko y a sus hijos: Keigo y Yunia hechos unos hombronazos y la linda Narumi convertida en una señorita.

 La mañana siguiente los esposos Kosakai llevaron a los esposos Benavides a pasear.

Fuimos a una tienda de Kendo, como era de rigor, donde disfruté del asesoramiento de Sensei en la compra de Shinais.

 

Por la noche fue mi primera práctica de Kendo. Ahí estaba el recordado Samukawa sensei. La cabeza del dojo es Saito sensei, 7 dan Kyoshi.

Mi primer Keiko en la tierra del Sol Naciente fue con Kosakai sensei; había pensado tanto en ese momento! Nuevamente pude sentir su poderoso Seme, la sensación casi mágica del momento de ataque. Por fin pude recibir sus consejos en forma directa. Igualmente tuve la suerte de recibir consejos y correcciones de Saito sensei.

Regresamos a su casa y revisamos los vídeos, escuchando sus comentarios. Una velada entrañable.

El 9 de Octubre salimos en tren de Hidaka hacia Tokio con los esposos Kosakai. Llegamos al Tokyo Prince Hotel, sede de la boda.

La ceremonia se realizó bajo el rito Shintoísta.

La fiesta fue espectacular. Bajo una impecable organización una pantalla iba narrando la vida de los flamantes esposos, con énfasis en sus respectivos trabajos como voluntarios de JICA. Muchas fotos de los kenshis ecuatorianos; con Juandiego (sí, nuestro querido Juandiego Fonseca estuvo también en la boda; llegó directamente de Europa) coreábamos los nombres de cada uno.

Foto de la izquierda El Sr. Masao KANEKO, brindando el discurso de apertura de la fiesta de bodas. El es como un segundo padre para Kiku sensei.
Foto de la derecha: Los recién casados, en su traje ceremonial shintoísta.

La comida tenía una presentación tan bonita que uno dudaba si comer o no, pues se resistía a dañar esa composición tan estética.

 Los novios desaparecían misteriosamente y aparecían por la puerta principal con nuevos trajes cada vez.

Dejemos que las imágenes hablen por sí solas.

 

Los padres de la novia y del novio, de izquierda a derecha.

 

Brindamos muchísimas veces con todos los familiares y amigos de los desposados. Vaya que corrieron el Sake, cerveza, vino y Shochu!

Terminó la fiesta y nos reunimos en otro salón para el tradicional Karaoke!

 

A la mañana siguiente, Lunes 10, salimos para una cita para almorzar con Shizuka Takahashi sensei.

Previamente disfrutamos de un agradable paseo por las calles de Tokio con Juandiego.

 

Debíamos encontrarnos con la sensei Shizuka en la salida 4-A de la estación de metro de Asakusa, pero resulta que esta estación tiene nada menos que ¡70 salidas! Aún con Juandiego y su GPS nos tomó casi media hora hallar la salida. Si estábamos nosotros dos solos seguro que hasta el día de hoy deambularíamos por los corredores de la estación.

Encuentro, almuerzo y paseo con Shizuka sensei.

Por la noche Juandiego nos llevó por barrios bohemios de Tokio, donde bebimos y comimos de lo mejor.

El viajó de regreso a su ciudad, Sendai, mientras nosotros al día siguiente salimos visitar a nuestros amigos los Sres Nakamura en Katsura, Chiba.

Salida hacia Katsura desde Yokohama.

Se atraviesa la bahía de Tokio por un túnel bajo el mar.

Katsura es un lindo pueblito de pescadores, templos impresionantes y vistas muy bonitas.

Nuestro anfitrión, el Sr. Nakamura.

Fue una sorpresa encontrarme con el sitio donde Masutatsu Oyama sensei fundó el estilo Kyo Ku Shin de Karate!

El 12 de Octubre teníamos en agenda una visita al cuartel general de FIK, Federación Internacional de Kendo, junto con Kosakai sensei y Kiku sensei.

Fuimos recibidos muy amablemente por Kurose sensei y Fukumoto sensei (lo siento, olvidé tomar fotos del momento).

Kosakai sensei se dio el trabajo de venir desde Saitama exclusivamente para la reunión. Son varias horas de viaje. Se lo agradezco mucho!

Por la noche salimos con  Kiku sensei y Yayita san a cenar en el restaurante Chibo, un lugar sensacional, en el piso 35, con una gran vista de la ciudad. La especialidad de la casa: Okonomiyaki.  Comimos, reímos, recordamos anécdotas del Ecuador, hicimos una llamada al sensei Eric en Guayaquil, recordando que hacía poco había estado por aquí.

El 13 de Octubre Ranita san nos recogió en el hotel y nos condujo a Ibaraki, donde nos esperaban Furuya sensei y su muy amable esposa. Su casa es espectacular!

Furuya sensei me llevó a la universidad donde enseña Kendo. Tuve ocasión de ver practicar a la selección de la universidad haciendo Shiai  y luego hacer Keiko con ellos. Son unos jóvenes talentosos y tremendamente rápidos. Pude comprobar que las observaciones de Sun Sensei son certeras: Shan To Ri, la fuerza de la penetración, Do contra Do, etc.

 

Temprano en la mañana hice un largo Keiko con Furuya sensei, solos él y yo en su dojo privado. Es el dojo perfecto que todos quisiéramos tener! Maravilloso.

 

Terminaba nuestra visita a la familia Furuya en Moriya. Emprenderíamos viaje por nuestra cuenta hasta Nikko, pero Furuya sensei decidió que él nos llevaría allá en su auto. Su esposa también vino. Qué amables!

Nikko es uno de los lugares turísticos por excelencia en Japón:

 Templos,

bosques, lagos,

onsen (balnearios de aguas termales), cascadas, montañas. Aquí se encuentra el mausoleo Toshogu, donde yacen los restos del shogun Ieyasu Tokugawa.

Pudimos admirar el establo sagrado con el famoso grabado en madera de los Tres Monos Sabios.

Hermoso Nikko, pero había que cumplir con el programa organizado por Kiku sensei. La siguiente actividad: entrenamiento en Yokohama.

Salimos en tren hasta la estación de Asakusa en Tokyo, donde nos esperaba nuestro protector y guía, el querido Juandiego.

Nuevamente comprobamos  la complejidad del sistema de metro en Tokyo. Hallar la línea a Yokohama significó una exhaustiva ronda por escaleras eléctricas, corredores, salas que parecían centros comerciales. Por fin lo logramos, y tras un recorrido de casi una hora el metro nos dejó en la estación del World Trade Center de Yokohama, donde estaba el Landmark Tower, el edificio más alto de Japón, donde se inserta el Royal Park Hotel, que Kiku sensei había reservado para nosotros.

Un lugar realmente espectacular. Qué vista desde la habitación!

 

Y llegamos por fin al SEI AI DOJO, lugar donde practica usualmente Kiku sensei. Saludé a Ishigaki Sensei, cabeza del dojo, y a Tsuchiya Sensei, presidente de la asociación local de kendo: Ishigaki sensei a la izq y Tsuchiya sensei al centro, intercambiando tarjetas de presentación conmigo).

Y llegó el momento histórico: Una a una arribaban caras conocidas a este gran encuentro. Ishigaki sensei dio la bienvenida a todos y pidió que “disfrutemos haciendo Kendo”

 

Luego del Seiza Ishigaki sensei solicitó a cada uno dirigir unas palabras a la concurrencia. Entre los que hablaron estuvieron:

Kosakai Sensei

Ise sensei

Nohara sensei

Ichiyanagi sensei

Takahashi sensei

Soga sensei

Sakagami sensei

Kubota sensei

Hirohito Saito san

Ayako san

Kiku sensei

La primera parte del entrenamiento fue la clase para los niños. Por consideración generosa de los senseis tuve el honor de dirigir esta parte. Me sentí muy feliz de que el kendo ecuatoriano fuera distinguido de semejante manera! Juandiego y Ayako fueron mis ayudantes para demostrar cada técnica o actividad a realizar.

 

Los senseis de 4 y 5 dan hicieron de Motodachi para los niños.

Qué lindo salió todo!

Los senseis mayores observaban con indulgencia.

 

Terminada la práctica de niños comenzó el Godo-Geiko. Con gran sorpresa ví que se formó una fila de senseis frente a mí: Caramba! Perece que quieren hacer Keiko conmigo! Bueno, si hemos de morir, que sea brindando dura batalla!

 

Junto a mí estaba Kosakai sensei, con la fila más larga de kenshis frente a él, ansiosos de hacer Keiko con el fundador del kendo ecuatoriano.

Por fin se dió el esperado Keiko entre Kosakai sensei y Kiku sensei (le dijo “como examen de Rokku-dan!”)!

Fotos del Godo-Geiko:

 

Cuando creía que la práctica finalizaba, Kiku sensei me tenía otra sorpresa: al estilo ecuatoriano me hizo hacer Keiko con una fila de kenshis, mis amigos, desde niños para arriba.

Terminé cansado, agradecido con la vida y feliz!

El saludo final.

Los abrazos, agradecimientos e intercambio de obsequios.

Con el amable Ishigaki sensei.

La foto oficial.

 

Y todos nos trasladamos a un restaurante típico de la zona para una fiesta inolvidable.  Abundante y variada comida, cerveza, sake, amena conversación, discursos van, discursos vienen. Emocionante ver en algún momento a Kosakai sensei rodeado de los senseis jóvenes Soga, Yamanouchi, Ise, conversando animadamente y riendo. Por la emoción sólo tomé dos fotos. Pediré a Kiku sensei que me consiga algunas más…

Terminó la fiesta entre risas, abrazos y algunas lágrimas. Hasta la próxima, queridos y admirados amigos y maestros. Me despedí efusivamente de Kosakai sensei, a quien ya no vería hasta el final del viaje.

Con Kiku sensei y Juandiego nos dimos la última escapadita a un bar sereno y acogedor, todo de madera, a tomar las últimas cervezas y comer unos tentempié japoneses (Juandiego por favor dime qué fue lo que comimos; estaba muy bueno).

Y finalmente fuimos a dejar a Juandiego a su hotel; la triste despedida.

 

No pudimos disfrutar mucho del espectacular Royal Park Hotel porque había que continuar con el programa. A la mañana siguiente salimos con Kiku sensei y Yayita san al aeropuerto de Haneda, situado en una isla en la bahía de Yokohama.

Tomaríamos un avión de la aerolínea ANA (All Nippon Arways) hacia Fukuoka. Yayita san no iría con nosotros por su maternidad (sí, primicias, tendrán su bebé por Febrero del próximo año).

La atención al cliente en Japón casi alcanza la categoría de arte: Las azafatas del avión fueron sumamente amables con nosotros. Una de ellas atisbaba a cada rato por la ventanilla para hacerme ver el famoso monte Fuji.

 

El Fuji-san desde el aire. Sólo tiene nieve en invierno.

 

Tras un vuelo de un par de horas arribamos al aeropuerto de Fukuoka, donde nos esperaba la señora madre de Kiku sensei.

Enseguida nos cubrió con su manto de cariño.

Fukuoka es famosa por los onsen (lugares de aguas termales); en el moderno auto de Mamá Kikutsugi viajamos por el campo.

Hermosos paisajes en que alternan valles y montañas, sembríos de soba y bosques.

Aquí estamos en un puente colgante peatonal de 500 metros de longitud, una maravilla de ingeniería.

 

Nos alojamos en una hostería-onsen, de arquitectura tradicional, toda de madera. Muy acogedora y bonita.

La región de Fukuoka goza  también de gran fama por su comida.

Aquí estamos con padre, madre e hijo Kikutsugi :

Un Ofuro semi-al aire libre, adjunto a la habitación. Maravillosa sensación ver el paisaje al amanecer, sumergido en estas aguas acariciantes!

 

Durante el viaje de regreso a la ciudad de Fukuoka nos detuvimos en una zona volcánica a admirar una gran caldera de unos 12 kilómetros de diámetro; tan grande que contiene varias poblaciones.

Pasamos a admirar el castillo Kumamoto, uno de los tres más grandes de todo Japón.

Con gran sorpresa nos encontramos de manos a boca con un grupo de senseis de Kendo, entre los que estaban el sensei de Kiku sensei (el primero de la izquierda; perdón, no recuerdo su nombre) y Shoiri sensei (a mi derecha), viejo conocido mío desde el seminario de Kitamoto en 2004.

Ya de vuelta en la ciudad, la familia Kikutsugi tuvo la enorme amabilidad de preparar una fiesta para que conozcamos a sus amigos cercanos.

La comida estuvo espectacular (super-Oishi!),  por lo que solicitamos que nos presenten al Chef.

La última noche, en familia.

Partimos de Fukuoka con Kiku sensei hacia el aeropuerto de Narita.  Yayita-san nos esperaba allí con una linda sorpresa: un álbum de fotos de la boda; en tan poco tiempo ella se había dado el trabajo de diseñarlo e imprimirlo. Qué linda y amable!

En semejantes circunstancias es difícil decir adiós.

La amabilidad y cariño recibidos de tantas maravillosas personas quedan grabados en nuestros corazones con gubia y estilete.

El gestor de esta inolvidable vivencia fue Kiku sensei. Su bondad, generosidad y su amor por el kendo ecuatoriano nos abrumaron.

Muchas gracias!! Arigatou Gozaimasu!!

Partimos. En Atlanta salimos a dar una vuelta y qué creen que encontramos?

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Fernando Benavides

Noviembre 2011, Quito.