25 de Mayo: Reporte de nuestros kenshis desde Sao Paulo

A continuación unos extractos del ameno reporte enviado por Juandiego Fonseca sobre la vida del grupo en Sao Paulo.

Uno se levanta temprano en la mañana y estira su cansado y adolorido cuerpo debido al entrenamiento de la noche anterior… Desde ese momento uno añora esos deliciosos jugos de frutas (algunas viejas conocidas, otras nuevas sorpresas) y panes de queso que seguro se ofreceran para el «café da manhá» en la Lanchería de la esquina. Después llega la difícil decisión de determinar donde ir a pasear ese día: será un museo, mercado municipal, parque de ibirapueira, la Av. Paulista… Muy probablemente la decisión, una vez más, sea Liberdade.

Liberdade es la colonia japonesa más grande del mundo. El tomar el metro hasta allá se asemeja mucho a entrar a un túnel Teletransportador, puesto que desde el instante que uno posa un pie
fuera de la estación todo parece indicar que se ha arribado a alguna calle arbitraria en Tokyo. Los almacenes son para perder la cabeza: están todos esos articulos japonese que uno siempre soñó, ahí mismo, frente a uno. Uno puede caminar hasta el agotamiento rodeado de tanta maravilla que va desde artículos de cocina novedosos hasta armaduras samurai. Al llegar el hambre (que con tanto entrenamiento se vuelve inmensa) se tiene que tomar otra dificil decisión: elegir comida japonesa o brasileira? La Feijoada con mandioka es emblemática del Brasil, y la monstruosa cantidad de esa mágica mezcla de partes de cerdo y frejol negro que trae la porción es un reto hasta para un kenshi. Pero hoy será ramen! No hay que dejar que su simple descripción como «sopa de fideos» lo desilusione: en realidad es toda una aventura culinaria saborearlo junto con sus acompañantes, como vegetales inéditos en conserva. Bébase haciendo mucho ruido al sorber los fideos y acompáñese con una cerveza fría (o chá), y se tiene un almuerzo perfecto.

Es hora de volver a casa y alistarse para salir de nuevo al entrenamniento. Uno toma el conveniente metro y un par de “onibuses” y llega a uno de los muchísimos dojo de Sao Paulo. Entre los más emblemáticos y los recomendados para los visitantes están Bunkyo, Mie y Piratininga. Cada uno es distinto de los otros en cuanto a sus enfoques y sus procedimientos, pero todos tienen en común que tienen Senseis magníficos, muchos kenshis que aman el kendo y que ofrecen entrenamientos exigentes que garantizan el agotamiento para el final de las 2 horas que duran. Por ejemplo, en Bunkyo se practica Waza corta y a alta velocidad, los entrenamientos son muy intensos y dirijidos a Shiai, mientras que en Piratininga se practica Kirikaeshi, y básicamente solo Kirikaeshi amplio una y otra vez hasta la perfección.

Todos los entrenemientos son agotadores, pero con la amabilidad de los Kenshi y Senseis es fácil superar el cansancio. Al final de cada entrenamiento, después de muchísimo Keiko y aún más Kakari-geiko, siempre queda tiempo para unos 100 Choyaku o un par de rondas de Kirikaeshi.

Uno debe apresurarse para volver a casa (también conocida como Piratininga) después de la abundante y sumamente refrescante Guaraná ofrecida por los compañeros fuera del dojo o, en el caso de Watanabe Sensei, abundante cerveza brasileira (que es más fresca y sabrosa!) Apenas quedan unas pocas horas para descansar y dormir antes de que todo vuelva a empezar. Otra maravilloso día en Sao Paulo!

-;-Juandiego Fonseca Ashton-;-