Nuestra kenshi Tanya Gómez (4 dan) viajó por diversos puntos de Japón, practicando Kendo bajo la enseñanza de grandes senseis. En medio de su viaje tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por apendicitis, lo cual no fue un obstáculo para que a los pocos días, con valerosa actitud, Tanya regrese a los entrenamientos.
Hé aquí su relato.
Del 21 de Julio al 29 de Julio tenía planificado entrenar con Iwamoto sensei en Oita. Entrenamos casi todo el día: en la mañana en la universidad de Beppu, al medio día y la tarde con estudiantes de bachillerato que se preparaban para varios torneos de verano; en la tarde el entrenamiento del dojo y la noche el jigeiko.
Los jóvenes con quienes más entrené, entre 15 y 22 años tenían un kendo muy elegante y con bastante seme. Eran muy fuertes y los entrenamientos exigentes con mucho oikomi, kihon y kakari geiko.
Los días que iba a ver el torneo del 26-29 estuve en el hospital pero apenas salí sensei Iwamoto ya me llevó a los dojos a observar shiais, me dijo que aprenda mucho porque el nivel de este torneo era superior al del mundial.
Durante la cirugía de emergencia nunca me sentí sola y aprendí mucho gracias a toda la gente que me cuidó, me llamó y me animó todo el tiempo. El kendo me ha hecho tener amistades increíbles.
El 29 salí a Tokyo y fui a ver dos entrenamientos; el cambio de nivel fue totalmente diferente. Gracias a los cuidados que tuve el 1 de agosto ya estuve lista para entrenar.
El círculo de gente que rodea a Itou sensei, sus conocidos y con quienes entrena son todos 8 dan senseis famosos y admirables, lugares donde el seiza dirigían senseis 7mo dan. Por mi operación bajamos la cantidad de entrenamientos de tres a dos por día.
A todos los dojos que íbamos recibían a Itou sensei con mucha cortesía y felicidad, las filas eran enormes para hacer keiko pero siempre me puse rápido el men y pude entrenar con él. En cada entrenamiento había otros 4 o 5 senseis 8 vo dan, pero después de unos 3 keikos, por el corto tiempo disponible, me buscaba a cualquier persona de alrededor de 6to dan.
En cada keiko aprendí mucho y la gente que sensei me presentaba directamente, todos me trataban de maravilla. Pero la batalla en las filas con los senseis si era todos vs. todos.
Me gustó el balance entre kihon y jigeiko tanto en Oita como en Tokio.
Al segundo día que retomé el entrenamiento ya tuve mi primer kakari geiko con sufrimiento y miedo. También aprendí cosas duras y feas de la sociedad japonesa pero todo sirve como lección. Aparte el moverme con un 8vo dan hanshi siempre me daba mensajes de vida diaria.
Al final participé en un gasshuku de Dojo medido perfectamente el menú de exigencia, participaron como 70 personas y unos 6 o 7 octavos danes. El menú de los niños era oikomi y kakarigeiko y el grupo de adultos (los senseis) era libre si deseaban hacer lo mismo bajo su voluntad.
Yo era de las más jóvenes y tenía una pareja de mi edad con quien participamos en todos los ejercicios, se veía que Itou sensei estaba orgulloso y toda la gente se sorprendía de la resistencia de Ecuador.
Los niños también hicieron shiai, los de 12-14 años hacían como adultos con buena distancia y elegancia. En kakarigeiko nunca había visto tantos niños en el piso a la vez.
Al final del día despachaban a los niños y nos quedábamos los adultos para el jigeiko con los senseis. Por suerte el primer día no llegaron todos y fue fácil rotar con todos los senseis. El último día del gasshuku tenía tantas cosas en la cabeza y sentía que cada vez hacía peor. Al regreso del gasshuku tuve un entrenamiento privado para corregir mis errores filmando la versión antes y después.
El lunes antes de salir hice el último asageiko y estuvo una de las jóvenes más fuertes de Tokio, me caí y me hizo tsuki, su especialidad, como te 10 veces, el keiko duró como 20 minutos. En varios dojos siempre hubo alguna chica fuerte que primero me sacaba el aire haciendo keiko y después repitiendo algún kihon que los senseis le encargaban.
En loa últimos días varios 8vos danes me felicitaron por corregir algunos errores y otros senseis que apenas conocía 6to o 7mo se me acercaban a felicitar por algún tema específico o por ser pupila de Itou sensei: me decían que muy bien mis keikos largos y exigentes. Sin embargo, yo sentía que tenía demasiada información y creo que mis últimos keikos fueron terribles, creo que hasta Itou sensei se enojó por todos mis errores.
Pero cuando llegué al aeropuerto me llamó y me dijo que le daba una pena que al final haya sido tan exigente pero que no me olvide lo que me enseñó y me dio los últimos consejos.
Tanya
FOTOS:
1) Komyokan dojo de Iwamoto sensei
2) Preparación de shiai en Beppu
3) Tokyo Seidojuku
4) Sports Center práctica de IBM Kendo Club
5) Senseis preparándose para el entrenamiento
6) Asageiko en Noma Dojo
7) Shinjuku Sports Center
8) Turismo alrededor del Mt. Fuji, cada momento lecciones de vida con un 8 dan hanshi. Itou sensei arigatou gozaimashita!
