Un nutrido grupo de kenshis se dió cita temprana en Shu Shin Kai para efectuar una minga de limpieza total.
Deseamos que nuestro querido dojo esté con su mejor rostro para recibir a los amables senseis japoneses que nos visitan desde hoy.
La recepción en el aeropuerto fue emotiva. El lenguaje común, el corazón de Kendo, eliminó las barreras idiomáticas entre el grupo de ecuatorianos y el de japoneses. Todos fundidos en ese sentimiento mágico que significa Kendo.
Muchas gracias a JICA por su invalorable ayuda a nuestro Kendo!!