El Restaurante Toronto fue el marco adecuado para que alrededor de ochenta kenshis japoneses y ecuatorianos celebren, rían, bailen, canten y den rienda suelta a su alegría y amistad.
Múltiples brindis a voz en cuello se escucharon, intercambio de regalos iban y venían, abrazos efusivos.
A continuación un testimonio gráfico sobre esta hermosa fiesta que marcó la despedida de los inolvidables senseis que nos visitaron entre el 15 de Febrero y el 15 de Marzo.